25 de septiembre de 2022

POLVO

 Pero una noche la niebla cubrió con un espeso manto el pueblo casi desconocido, y en el absoluto silencio como un misterio eterno cayó un rayo desde el pico más alto, y los amantes entregados estaban liados, como serpientes de fuego, pero con diferentes decorados, ya nada es igual todo cambio, y la playa ya no se ve. Melodías que fueron bellas girando con el mundo vagando, imaginando lo preparado de la vida. Y los páginas callaron y dejaron de contar todas las batallas, y las camas blancas dejaron de teñirse de olor a sexo y brillos dorados, y desde las tres viajo en destellos y parpadeos, viendo como los cuerpos paran el tiempo para llenarse de aire...


Manu Sanchez

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