23 de marzo de 2013

DESDE EL MAS ALLA


Tengo una daga clavada en el pecho
que envenena mi corazón
Incendiando mi alma
enturbiando mi sangre,
pudriéndome por dentro
Persigo mi sombra.

El dolor que llevo
es locura que perdura
no vivo ni muero
Es la rutina de mi duelo.

Perdí mis alas cuando deje...
De ver la luz de tu mirada
me consistes las manos
derribado mis pilares.

Dejaste mi cuerpo
en ruina olvidada
y desde que te olvidaste de mi
solo recibo visitas
de jinetes en llamas
invitándome a caminar
por la brasas del infierno.

No hay comentarios: