15 de junio de 2014







VELADO

Deja de castigar mis pensamientos
con tu látigo atezado.
Deja de despertar resaca en mi sangre
adornando mis venas.
Deja de parar los latidos de mi corazón
con tu jadeo.
Deja que mi manantial traspire en mi piel
y que los poros destilen otra vez.
Ven acércate bésame y déjame
destituirme de tu beso.
Ven acércate mujer y acarrea
el abrazo que no te quiero dar.
Adiós mujer…
No dilates más esta espera mía
por verte marchar…

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