VIVO

 Como el fénix que renació de sus cenizas,
tu me has echo renacer de las mías.

Has curado mis lágrimas heridas
le has dado color escarlata a mi cuerpo oscuro,

Soy incienso que arde cada día.

Junquillo de olor en tu atardecer. 

Ya no muero en mis noches,
ni estoy ciego en mis mañanas,
y entonando la mas sublime melodía
me enamoro de ti cada nuevo día.

Tú eres el templo de mi corazón,

y te has convertido en mi edén,

donde se refleja tu belleza

y me das de beber,

del manantial de tu amor.