13 de enero de 2013

CONCIENCIA




 Ni mil tumbas casi olvidadas
harán que mis ojos dejen de ver
la realidad que nos espera.

Cada día ante mis ojos contemplo
fijamente si por la noche o por el día
algo se mueve algo latente
para confirmar que hay algo en el mas allá.

Pero mi días de intensas miradas
es que ni espíritus ni fantasmas
hacen presencia.

Y sin dubio ninguno
quien deja este mundo
para morar en la oscuridad,
solo eso tendrá nada mas.

No hay timbre donde  picar
ni puerta que atravesar para regresar.
Y una vez allí no cabalgaras
sobre ningún caballo blanco,
ni serás un arcángel.

No acariciaras las nubes del cielo
ni arderas en el infierno
no hay purgatorio ni velatorio.
Porque hay donde todos vamos a llegar
solo se le puede llamar
eternamente oscuridad.










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