LUNA LLENA

 La bruma ha bajado
de los montes del cielo
ha visto tu mirada negra
mas oscura que la noche.
Ni las sombras quieren tu vacio
el fuego no te quema
y el terror no te abraza.

Tú,  que mis horas de placer miraste
huye y no alumbres mi profunda pena
ya tuviste el deleite de mi alma
matando mi esperanza.

Nada perturba tu sublime calma
te retiras como en una batalla
sin pausa ni demora
a carcajadas y no lloras.

Has dejado la llama de mi corazón
seca y sin mecha
Y el fuego del amor se hace frío,
Con la ceniza de los sentimientos muertos
la luz trémula no me alumbra
cae sobre mi como un rocío silencioso
helando la sangre que me queda.

Ahora espero el suave reposo
escuchando Dulces cantares,
es Hora de que la brisa
acaricie mi alma
con sus gratos aromas
y que el nuevo fuego voraz
sea  llama cálida para amar.