23 de diciembre de 2014

ENTRE LUCES

Palpita la noche en tus labios
la sangre se convierte en lucha de raíces,
un beso suicida abruma tu boca
haciendo manantiales de lamentos
mis cavilaciones dan vueltas
creando pequeñas plazuelas
intentando descifrar
lo que fuiste y has dejado de ser.
Fuiste un fugaz sueño de amor
que provocabas estalladidos de humedad.
Las llamaradas de tu carne
eran mi diana de tu fuego.
En la pasión de los placeres
mi piel se bronceo con tu calor.
Bebía del delirio de tus jugosos besos
mientras con tus miradas mi cuerpo se escrespaba
fomentando una sincronía ineludible,
quise estacionarme en tu oasis
donde se gestaba la creación
para que destronaras mi armadura.
Ahora Sobre mis párpados tengo sentadas
dos imágenes de tu figura
una de sal y otra de miel.
La danza en tu sabia se bebió todos mis sudores
dejando mi entidad vacías de gotas,
quemastes toda mi leña
dejandome los recuerdos de lo que pude ser.
Pude ser eternos gritos en tus sombras
siendo la presa de tus garras,
seria la magia tatuada en tus aullidos
atrapando manjares divinos.

MANU SANCHEZ

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