10 de julio de 2013

LA AURORA Y LA NOCHE





El día que mi alma llore nuevamente
porque mi sensibilidad vuelva a sentir
los latidos de mi corazón herido,
ese día seré feliz porque mis latidos
tendrá un compas, y dejara de llorar.

Hasta entonces seré bohemio solitario
deambulare solo bajo la mirada de la luna,
me perderé en mi propio ser.
Evitando el filo del cuchillo
me esconderé en la locura de mis sueños
evitare cualquier desafío de amor no coincidido.

Vagare en los acantilados rocosos
de las cimas de las montañas,
siempre desafiando la caída
vigilando el tropiezo del resbalo.

Navegare en el océano de mi mente
visitando tierras perdidas,
Seré naufrago de islas en mis pensamientos.

Novelare en cada aurora un cuerpo de árbol.
Y en mi última noche...
En mi último alba...
En mi último árbol,
dejare gravada mi firma
recitando... Aquí anido el mensajero del amor.

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